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Recursos de Mantenimiento: Tipos y Optimización

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    Los recursos de mantenimiento son determinantes para toda la organización. ¿Por qué? Una falla crítica puede frenar toda la cadena productiva, demorar una entrega clave y perder un cliente relevante.

    Por eso, debes conocer cuáles son los recursos destinados a mantener los equipos de tu empresa en buen estado y cómo optimizarlos.

    En este artículo, abordamos los tipos de recursos de mantenimiento, su buen manejo y cómo determinar los que son clave para tu negocio. 

    ¿Qué son los Recursos de Mantenimiento?

    Son los elementos físicos, los intangibles y los procedimientos que influyen en la capacidad de una empresa para realizar operaciones de mantenimiento.

    Los recursos son los insumos con los que contamos o que hemos decidido asignar para los objetivos de mantenimiento de nuestro negocio.

    Invertir en recursos innecesarios o no hacerlo en los fundamentales es siempre un problema en organizaciones con activos industriales operativos. Realizar una administración ordenada, con datos e indicadores específicos, nos llevará a definir:

    • Los recursos que tenemos.
    • Los que necesitamos.
    • Los que no hacen faltan.

    Contar con un Software de Mantenimiento profesional será vital para listar los activos físicos, evaluar al personal, medir el desempeño, controlar las finanzas y, en definitiva, optimizar los recursos de mantenimiento.

    Tipos de Recursos de Mantenimiento

    Los recursos de mantenimiento pueden clasificarse según su naturaleza:

    Activos físicos

    Se trata de la maquinaria con la que contamos para realizar las tareas de mantenimiento preventivo, predictivo y correctivo, según corresponda.

    Estos activos tendrán diferentes niveles de mantenibilidad, que se corresponderán con su tecnología y diseño, por lo que, a su vez, estas herramientas deben someterse a mantenimiento.

    Dentro de los activos físicos debemos considerar:

    • Herramientas.
    • Repuestos.
    • Equipos de prueba.
    • Instalaciones de planta: con todos los elementos implicados (iluminación, servicios, limpieza).
    • Vehículos de carga y transporte.
    • Acceso a energía y servicios públicos: los accesos a diferentes fuentes de energía y la calidad de los servicios brindados son la base que rige el mantenimiento de la organización.

    Financiamiento

    Hablamos del capital financiero de la empresa, destinado al presupuesto de mantenimiento. No solo se trata de fondos bancarios y dinero en efectivo, también se considera aquel proveniente de operaciones como préstamos, canjes y otros posibles elementos de cambio.

    Para administrar este recurso, será vital evaluar el ciclo de vida de un activo. De esta forma, podremos definir mejor el presupuesto según los costos de mantenimiento.

    Mantener nuestros recursos en óptimas condiciones supondrá un gasto a corto, mediano y largo plazo. El financiamiento no solo debe pensarse como el destinado a las máquinas e instalaciones, pues hay otros costes en elementos intangibles.

    El personal, por ejemplo, debe recibir capacitaciones y cursos que suponen una inversión de capital.

    Humanos

    Se trata del capital humano vinculado a las tareas de mantenimiento. Cada uno de los miembros del equipo es un recurso ilimitado en su capacidad de aprender conocimientos y demostrar talentos.

    El personal y el equipo de apoyo externo deben poder administrarse de forma que puedan desarrollar toda su capacidad. Deben estar motivados para cumplir las órdenes recibidas, y debemos monitorear su desempeño.

    No debemos olvidar que su productividad, estándares de trabajo y profesionalismo influyen en el resto de recursos de mantenimiento.

    Un operario que trabaja a disgusto, sin el orden y los conocimientos mínimos, es un riesgo para todos.

    Conocimiento

    Un recurso intangible que muchas veces no consideramos.

    Muchos procedimientos que hemos adquirido con el paso del tiempo, la experiencia y los errores, generan una base de información y datos técnicos que no tiene precio.

    La capacidad intelectual se traduce en la aplicación de:

    • Normativas de seguridad.
    • Conocimiento de filosofías y prácticas de mantenimiento.
    • Poder de gestión y planificación.
    • Implementación de metodologías, técnicas y software.

    Relaciones y Contactos como Recurso de Mantenimiento

    Crear vínculos y conexiones con otras organizaciones vinculadas al mantenimiento es un recurso que te ayudará a crecer de forma inesperada.

    Conocer y estar en contacto con academias que formen en seguridad e higiene, por ejemplo, potenciará tus posibilidades de realizar capacitaciones y de estar al día con las tecnologías de mantenimiento.

    Además, otro vínculo poderoso está relacionado con los desarrolladores de Software de Mantenimiento. Estar al día con las nuevas herramientas digitales puede ponerte un paso adelante de la competencia.

    Los proveedores de repuestos, los distribuidores, socios, colaboradores y clientes son solo algunos de los contactos que pueden ayudarte a alcanzar las metas propuestas.

    Optimización de Recursos de Mantenimiento

    Cada uno de los tipos de recursos de mantenimiento puede afinarse y organizarse para:

    • Disminuir costos de mantenimiento.
    • Mejorar la productividad.
    • Ahorrar en costes de reparación.
    • Optimizar los recursos humanos.
    • Prolongar la vida útil de los equipos.

    No querrás gastar dólares extras en tareas innecesarias, pero tampoco estarás muy feliz de tener máquinas insalvables, más cerca de convertirse en chatarra que de volver a operar.

    Para lograr una verdadera optimización, deberás realizar estudios y auditorías de tu cadena productiva y los elementos que intervienen en ella. Se trata de obtener la información necesaria para definir cuántos recursos, cuáles, cuándo y cómo los invertiremos.

    Para obtener estos datos relevantes, existen diferentes factores a evaluar:

    Estado de los Medios Técnicos

    En esta evaluación, hacemos una auditoría de los sistemas de comunicación, el transporte, los medios de elevación, las herramientas y el taller. Esto nos dará un informe sobre los errores a corregir.

    • Comunicación: para optimizar este recurso, es importante que exista rapidez en el contacto entre el área de mantenimiento y otros sectores de la empresa, así como entre el área de mantenimiento y el exterior (proveedores, contratistas). Los Software de Mantenimiento incluyen funciones de chat y notificaciones para cuando se genera una orden de trabajo, una solución ideal para la comunicación.
    • Los medios de transporte: es fundamental que los técnicos puedan llegar rápido al sector comprometido. Los tiempos muertos para los desplazamientos internos son siempre un costo extra. En cuanto a los materiales, debes proyectar los medios suficientes para elevarlos y trasladarlos. Esto incluye puentes grúa, carretillas elevadoras, carros, etc.
    • Herramientas: el inventario debe mantenerse actualizado y bajo estricto control. Nuevamente, podemos contar con las funciones de inventario que traen las herramientas digitales, ya que llevar esto en papel traería un sinnúmero de inconvenientes. Es vital someter a prueba los equipos de calibración y otros dispositivos propensos a fallar.
    • El taller de mantenimiento: en cuanto al área de trabajo, debe estar limpia y ordenada. Si se ha proyectado bien, estará situado en un sitio estratégico dentro de la empresa para facilitar el acceso a cada área crítica.

    El Mantenimiento Preventivo y Correctivo Efectivo

    Planificar una serie de tareas preventivas permitirá optimizar los recursos en todos sus niveles.

    Un plan de mantenimiento preventivo, que incluya todas las áreas y equipos significativos de la planta, deberá tener objetivos alcanzables y medibles.

    Este plan debe respetar las instrucciones de los fabricantes de los activos y, además, debe estar orientado a evitar los fallos críticos, que suponen un paro operativo.

    En cuanto a las acciones correctivas, estas deben significar el mínimo de tareas de mantenimiento. Si está bien diseñado el plan, contará con un sistema de jerarquización y asignación de prioridades.

    Las averías deben solucionarse de forma fiable, de nada sirve reparar algo para que vuelva a romperse la próxima semana.

    Idealmente, la proporción entre el mantenimiento programado y el correctivo no debe suponer más del 30% de las horas / hombre dedicadas a mantenimiento.

    Aplicar Indicadores de Resultados

    De nada servirán nuestras acciones de mantenimiento, ni los recursos que podamos invertir, si no tenemos una retroalimentación.

    Existen métricas como el OEE que sirven para medir el rendimiento de las máquinas, o el MTTR, que indica la mantenibilidad de los activos. En un mantenimiento ideal, estos indicadores mostrarán cada vez mejores resultados.

    En el caso contrario, nos permitirán conocer en qué sector debemos mejorar nuestros recursos de mantenimiento y aplicar los cambios necesarios.

    Conclusiones

    • Los recursos destinados al mantenimiento no deben pasarse por alto. Los costos de no invertir en ellos serán siempre superiores en comparación con llevar tareas ordenadas, optimizadas, rutinarias y gestionadas, haciendo uso de las herramientas digitales precisas.
    • Hoy en día, ninguna empresa es competitiva si no gestiona sus recursos de mantenimiento con un software profesional.

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