Mantenimiento Planificado: Guía para su Aplicación
El mantenimiento planificado es el proceso que necesitas para gestionar los recursos que has destinado al mantenimiento de activos.
Las inversiones no planificadas están destinadas al fracaso. Es por eso que debes designar a una persona que planifique todas las actividades y recursos disponibles para el mantenimiento, así como los técnicos responsables.
En este artículo, conocerás la mejor forma de ejecutar el mantenimiento planificado en una empresa y entenderás por qué es tan importante para un plan de mantenimiento exitoso.
¿Qué es el Mantenimiento Planificado?
Es una estrategia para organizar actividades programadas, documentadas y monitoreadas, con el objetivo de administrar los recursos de mantenimiento de la mejor forma.
El mantenimiento planificado busca ajustar la programación del equipo para desarrollar las tareas:
- En el momento menos perjudicial para la producción.
- De la forma más rápida y efectiva posible.
Se trata de un proceso donde se detallan los materiales, herramientas, tareas, técnicas y personal necesario para cumplir con las metas de mantenimiento. Se determina qué trabajo debe completarse y cómo.
El mantenimiento planificado incluye las prácticas necesarias que se hayan identificado para completar los objetivos de mantenimiento. Es decir que puede incluir metodologías de mantenimiento preventivo, predictivo, basado en la condición y correctivo, según sea necesario.
Ventajas del Mantenimiento Planificado
- Permite adelantarse a los problemas
Planificar el mantenimiento por adelantado permite gestionar adecuadamente los recursos al trabajo. De esta forma, puedes organizar el tiempo, el personal y las herramientas que necesitas cuando las necesitas.
- Administras tu calendario
Algunas actividades se pueden planificar con años de anticipación, como cambiar los neumáticos de una flota de vehículos, ya que podemos basarnos en la condición o el uso en X cantidad de kilómetros.
Otros dispositivos necesitan cambios o revisiones después de cierto tiempo de uso. Por ejemplo, los compresores de aire, que debes cambiar después de 100 horas de uso.
- Mejoras en la productividad
Cuando los técnicos cuentan con protocolos claros y conocen cómo y cuándo algo debe hacerse, dirigen su atención al trabajo en sí, sin distracciones ni preocupaciones.
Esta es la clave para reunir todas las piezas que necesitan a tiempo, revisar las mejores prácticas y procedimientos, y hacer las tareas designadas de forma eficiente.
¿Cómo se logra esto? Conociendo los requerimientos de antemano.
- Reducción de costos
Uno de los beneficios que se desprende de lo anterior es la oportunidad de disminuir los costos de mantenimiento. El mantenimiento planificado evitará que los problemas escalen y terminen en fallas estructurales, que siempre cuestan más.
Mantenimiento Planificado: Pasos
Si bien cada organización tiene su forma particular de estructurar procesos de mantenimiento, hay una rutina recomendada para una gestión exitosa.
Una forma sencilla y efectiva de desarrollar la planificación es a través de un Software de Mantenimiento, un asistente ideal para órdenes, análisis y monitoreos.
El mantenimiento planificado debe realizarse siguiendo estos pasos:
1. Identificar el problema y crear una orden de trabajo
El mantenimiento planificado comienza con la definición del problema. Para esto, será necesario contar con datos detallados de los equipos e instalaciones, incluyendo una evaluación del estado actual, un historial de averías y tiempo entre fallas, índices de mantenibilidad, etc.
Esta base de datos, junto con el problema puntual que deseamos resolver, será fundamental para el técnico que reciba la orden de trabajo.
En cuanto a la información sobre el problema, se debe conocer el activo en cuestión y qué procesos pueden verse afectados por él.
2. Inspeccionar el activo y las instalaciones
Después de recopilar toda la información necesaria y señalar el problema preciso, el encargado de mantenimiento describe los detalles del trabajo a realizar.
Esto incluye definir los materiales, herramientas y tareas desglosadas para trabajar en el activo.
También es importante inspeccionar el lugar de trabajo, los accesos, los servicios disponibles, el equipo temporal, los materiales y estructuras que pueden entorpecer el trabajo.
3. Asegurar el estado de las herramientas y materiales necesarios
Los encargados de realizar la planificación de mantenimiento deben asegurarse de tener el inventario en buenas condiciones, con las piezas y herramientas necesarias.
4. Agregar un nivel de prioridad y definir indicadores de monitoreo
Una vez que tengas el detalle de la tarea a realizar, será importante analizarlo en contexto. Es decir, en relación con otras tareas, con el cronograma principal y las actividades más prioritarias.
Además, debes planificar los indicadores de mantenimiento (KPIs), que te permitirán evaluar los trabajos realizados.
5. Programación general y ajustes sobre la marcha
Al aplicar la estrategia acorde al cronograma, debes considerar los cambios que puedan ir surgiendo en el transcurso del plan.
Puedes aprovechar las herramientas de generación de informes y captura de datos que ofrece un software profesional.
Los técnicos y operadores pueden proporcionar comentarios de primera mano sobre cómo ajustar la estrategia para obtener resultados óptimos.
Conclusiones
- Realizar constantes inversiones en mantenimiento, sin contar con un plan ordenado en el tiempo, equivale a un gasto incontrolable.
- El mantenimiento planificado ordena, bajo una misma estrategia, todos los recursos disponibles.
- Contar con un Software de Mantenimiento será vital para este proceso. Te ayudará con el cronograma, las órdenes de trabajo, la comunicación y el control de las tareas.